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Comercio, Aranceles y Diplomacia: Un Análisis de las Relaciones de EE.UU. con América Latina y España 

El panorama arancelario en evolución bajo la Administración Trump plantea desafíos únicos, así como oportunidades, para empresas a nivel mundial. América Latina y España, en particular, enfrentan una compleja red de cambios en políticas comerciales, de inmigración y de seguridad nacional a medida que las dinámicas geopolíticas con Estados Unidos continúan transformándose. Para ayudar a las empresas con intereses en estas regiones a navegar por estos temas, FGS Global y Agencia EFE, el mayor servicio de noticias en español del mundo, reunieron a un panel de expertos para analizar los últimos acontecimientos y sus posibles impactos. 

Una Visión Cambiante de la Política Arancelaria 

La sesión comenzó con una visión general de las relaciones multilaterales. En resumen, dado el persistente estancamiento económico en las clases medias y trabajadoras, los electorados en EE. UU. y en todo el mundo votaron por un cambio en los recientes ciclos electorales, y el cambio ciertamente ha llegado. Los aranceles han pasado de ser una herramienta para alcanzar objetivos económicos a estar vinculados a agendas relacionadas con la migración, el gasto en defensa, el narcotráfico y más. Se han convertido en un factor significativo en las negociaciones transaccionales, especialmente con potencias competidoras como la China. Las dinámicas actuales de las relaciones de la China con otros países también juegan un papel en estas negociaciones. 

Esto ha generado vulnerabilidades para América Latina, una región con alta conectividad comercial tanto con EE. UU. y la China. No solo los aranceles dirigidos a China tendrán efectos secundarios en América Latina y España, sino que estas regiones se verán obligadas a navegar intereses encontrados mientras trabajan para proteger los suyos. 

El Estado de la Política 

Sin embargo, el nivel arancelario sigue siendo incierto. Diferentes asesores dentro del círculo de influencia del presidente Donald Trump tienen opiniones divergentes sobre el propósito de los aranceles, lo que genera confusión e inconsistencias en las políticas. Más aún, las luchas de poder dentro de la Casa Blanca, los cambios en la opinión pública y los reveses legales para la administración agravan la incertidumbre económica.  

Ante esto, muchos países se preguntan cómo pueden prepararse, adaptarse y prosperar. 

Estrategias para América Latina y España 

Si algo queda claro es que los modelos económicos predictivos tradicionales, ni el análisis convencional, no serán de ayuda para los gobiernos extranjeros y las empresas que intentan prever la formulación de políticas en Estados Unidos. En un país donde las bases políticas tienen una influencia desproporcionada, donde los rasgos de personalidad individuales se han convertido en catalizadores extremadamente importantes y donde la información (y la desinformación) se difunde rápidamente en la población a través de redes sociales, los marcos de análisis tradicionales simplemente no son suficientes. En cambio, las organizaciones y socios comerciales con intereses económicos en los Estados Unidos deben: 

  • Establecer y cultivar alianzas en sectores clave de EE. UU. que puedan influir en la base republicana y en Trump. Por ejemplo, aunque el sentido común indicaría que los vinicultores de California apoyarían políticas arancelarias contra el vino europeo, un análisis más matizado revela que importan todo su corcho de España y Portugal, o sus botellas de vidrio de México y Canadá. Analizar cuidadosamente estas dinámicas podría ayudar a los viñedos de Ribera del Duero en España, por ejemplo, a encontrar aliados inesperados. 


  • Realizar un mapeo de actores clave y ejercicios de construcción de coaliciones. Desarrollar una operación que identifique a todas las organizaciones e individuos relevantes que influyen en la política y la formulación de políticas en Estados Unidos puede ayudar a las partes interesadas en la comunidad internacional a reaccionar de manera ágil y adecuada en una situación política muy fluida. 


  • Adaptar los mensajes para alinearse con los intereses del Partido Republicano. Para tener éxito, se debe entender a la audiencia y su visión de "America First" y utilizar esa perspectiva al momento de comunicarse con EE. UU. Por ejemplo, un mensaje que argumente la importancia de mantener operativo el puerto de Charleston puede ser bien recibido por las cámaras de comercio de Carolina del Sur y, eventualmente, por el senador republicano Lindsey Graham, un aliado cercano de Trump. 


  • Lograr que los aliados transmitan el mensaje. Aprovechar portavoces y medios de comunicación creíbles en los cuales la base confíe y acepte, asegura que el mensaje surtirá efecto. 

En esencia, las empresas y los responsables de políticas que entiendan y se adapten al entorno político y económico cambiante de EE. UU. estarán mejor posicionados para tener éxito. Examinar las dinámicas políticas estadounidenses— incluyendo el impacto de la personalidad y los factores locales y nacionales en juego— será mucho más útil para entender los incentivos y reaccionar apropiadamente que basarse en los enfoques tradicionales. Dado la incertidumbre que reina, aquellos que puedan hablar al estado psicológico-político actual de Estados Unidos tendrán más éxito en posicionar sus negocios y avanzar en sus intereses. 


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Panelistas

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